Las úlceras corneales son una de las patologías más comunes a nivel ocular en perros y representan una de las principales razones de consulta de urgencia en clínicas veterinarias. Por ello, en este artículo te explicaremos qué son, sus causas y la importancia de tratarlas rápidamente.
¿Qué son las úlceras corneales?
Una úlcera corneal es una inflamación de la córnea causada por la pérdida de una o varias de sus capas protectoras. Esta condición es extremadamente dolorosa debido a la gran cantidad de terminaciones nerviosas presentes en la córnea. Las úlceras se clasifican según el grado de daño que presenten.
¿Cómo se generan y cuál es su clasificación?
Las causas más comunes de las úlceras corneales son:
- Traumatismos: rasguños, golpes o contacto con sustancias químicas irritantes.
- Patologías previas: como la queratoconjuntivitis seca, que reduce la producción de lágrimas y genera resequedad en la superficie ocular.
- Cuerpos extraños: como semillas, polvo u otros objetos.
- Infecciones severas: bacterianas, virales o fúngicas.
Las úlceras se clasifican según la profundidad y el daño ocasionado:
- Úlcera corneal superficial o leve: afecta solo la capa más externa (epitelio superficial) y suele curarse rápidamente.
- Úlcera corneal profunda o grave: afecta capas más internas como el estroma y puede llegar a comprometer la membrana de Descemet, lo que se denomina descemetocele. Este cuadro es una emergencia oftalmológica, ya que, si la membrana se rompe, puede provocar ceguera irreversible.
- Úlcera indolente: conocida como defecto epitelial corneal crónico espontáneo, ocurre cuando las capas del epitelio y el estroma no están bien unidas, lo que puede deberse a anomalías estructurales de la córnea. Estas úlceras pueden surgir de forma espontánea, sin una lesión subyacente.
Signos clínicos
Si tu mascota presenta una úlcera corneal, puede mostrar los siguientes síntomas:
- Dolor ocular: sensibilidad a la luz, parpadeo excesivo, frotamiento del ojo o preferencia por lugares oscuros.
- Lagrimeo excesivo: como respuesta a la irritación.
- Enrojecimiento ocular.
- Secreción ocular.
- Cambios en la pupila: alteraciones en tamaño o forma.
- Visión reducida.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico debe realizarlo un veterinario oftalmólogo mediante una exploración ocular completa y pruebas específicas para determinar la severidad de la lesión. Estas pruebas incluyen la observación con luz especial, tinciones para evaluar la integridad de la córnea y mediciones de la producción lagrimal, entre otras.
El tratamiento dependerá de la causa y la gravedad de la úlcera:
- Casos leves: se recetan colirios, pomadas y medicamentos para controlar la infección y el dolor.
- Casos severos: puede ser necesaria una cirugía ocular de urgencia para evitar complicaciones mayores.
- Es fundamental eliminar la causa inicial, ya sea una infección, un cuerpo extraño o cualquier otro factor irritante.
Conclusión
Las úlceras corneales en perros son una condición seria que requiere atención veterinaria inmediata. Reconocer los signos tempranos y buscar tratamiento adecuado es clave para preservar la salud ocular y la visión de tu mascota.