Traqueobronquitis infecciosa canina (TIC) o Tos de las perreras: Síntomas, tratamiento y prevención

Traqueobronquitis infecciosa canina (TIC) o Tos de las perreras: Síntomas, tratamiento y prevención

Se acerca el invierno, y con él, las bajas temperaturas y el aumento de enfermedades respiratorias en nuestros perritos. En este artículo, te contaremos sobre una enfermedad común y altamente contagiosa que afecta al sistema respiratorio de los canes.

¿Qué es la Traqueobronquitis infecciosa canina o Tos de las perreras?

La Tos de las perreras es una patología que afecta principalmente a las vías aéreas altas (tráquea y faringe). Es altamente contagiosa y se transmite mediante el contacto directo con perros infectados (ya sea con signos clínicos o en ausencia de estos) o a través de aerosoles emitidos por los animales. Antiguamente, esta enfermedad solía observarse en lugares con hacinamiento, como criaderos o perreras. Sin embargo, en la actualidad, debido a la convivencia de perros en parques, paseadores y otros contextos, se ha convertido en una patología común.

¿Por qué se le llama síndrome?

La Tos de las perreras es considerada un síndrome porque está causada por diversos agentes víricos y bacterianos. Entre ellos se encuentran el virus de la Parainfluenza (PIC), el Adenovirus tipo 2 (ACV-2), el coronavirus canino, el herpesvirus canino, el reovirus canino y la bacteria Bordetella bronchiseptica (Bb). Un perro correctamente vacunado y con refuerzos al día tiene una alta probabilidad de superar esta patología en un período de 5 a 7 días.

Signos clínicos

El síntoma inicial más común es una tos seca y ronca de intensidad y duración variable. Esta tos puede aumentar durante la excitación o el ejercicio. En algunos casos, también puede provocar estornudos, arcadas, expectoraciones, resoplidos, vómitos y náuseas, especialmente cuando hay infecciones secundarias. A veces, se presentan cuadros febriles, aunque rara vez se desarrollan complicaciones más graves como neumonías.

Los síntomas suelen aparecer entre 3 y 5 días después del contacto con el agente infeccioso y, por lo general, se resuelven en un período de 5 a 7 días, siempre que no haya complicaciones adicionales. Un método de diagnóstico consiste en aplicar presión en la zona de la tráquea para inducir la tos. Si nuestra mascota tose en respuesta, esto indica un reflejo tusígeno positivo, lo que sugiere inflamación en la garganta. Es importante que este examen lo realice un médico veterinario junto con un chequeo clínico general.

Prevención

La mejor prevención es la vacunación primaria y los refuerzos posteriores. Además, es fundamental mantener una buena comunicación con otros dueños de perros y grupos de sociabilización para evitar la propagación de la enfermedad.

Regresar al blog