Cómo afrontar la pérdida de una mascota

Cómo afrontar la pérdida de una mascota

La pérdida de una mascota nunca es fácil. Es un proceso difícil y doloroso, que genera una serie de emociones intensas. El duelo se vive de diferentes maneras, dependiendo del papel que la mascota desempeñaba en nuestras vidas, ya fuera como compañero, animal de trabajo, soporte emocional, etc. También influye la red de apoyo con la que contamos, las circunstancias de la muerte, nuestra edad, entre otros factores.

Con este artículo, queremos orientarte sobre cómo afrontar mejor el fallecimiento de tu mascota. Antes de eso, es necesario que sepas reconocer y entender lo que estás viviendo.

¿Qué es el duelo?

La RAE menciona que la palabra duelo proviene del latín tardío "dolus", que significa dolor. Se define como un sentimiento de tristeza o lástima. Desde la psicología, el duelo se describe como el proceso que todo individuo atraviesa tras sufrir una pérdida (una ruptura sentimental, una enfermedad, perder un trabajo, etc.), aunque generalmente se asocia a la pérdida por muerte.

En el proceso del duelo, pasarás por varias fases cuya duración puede variar, dependiendo de tu personalidad. Lo importante es identificar y vivir las emociones, respetando los tiempos de cada fase según lo vayas sintiendo.

Fases del duelo

  • Negación: Es la primera fase, que se manifiesta de manera inmediata. Su intensidad y duración varían según cómo ocurrió la muerte de la mascota. Cuando el suceso es inesperado, es mucho más difícil de enfrentar que cuando es un evento previsto. La negación es una reacción psicológica en la que no se asume que la mascota ya no estará con nosotros, y puede vivirse un estado de shock.
  • Ira: En esta segunda fase se experimenta frustración y enojo. Se busca un culpable, relacionado con cómo fue la pérdida. Por ejemplo, si la pérdida fue natural, esta fase puede no ser tan intensa, pero si fue por una decisión del tutor o a causa de una enfermedad, la ira puede ser intensa al darse cuenta de que nuestra mascota ya no estará más con nosotros.
  • Negociación: En esta fase, la persona analiza situaciones hipotéticas de cómo podría haber evitado la pérdida. Por ejemplo, "si le hubiera llevado a más controles veterinarios, mi mascota habría vivido más tiempo".
  • Depresión: Al aceptar que nuestro compañero fiel ya no estará con nosotros, se desencadena la tristeza. Se vive el vacío que ha dejado, muchas personas se aíslan, extrañan mucho y en algunos casos pierden las fuerzas para continuar con sus actividades habituales.
  • Aceptación: En esta última fase, la persona comienza a vivir sabiendo que su mascota ya no está. Siempre quedará el recuerdo, pero el dolor no será como antes, y se podrá retomar la vida con normalidad, aunque con momentos de nostalgia que se irán haciendo menos frecuentes con el tiempo, hasta llegar a recordar a la mascota con felicidad y amor.

Consejos para afrontar el duelo

  • No ocultes tus emociones: Como mencionamos anteriormente, el duelo no es fácil de llevar y no todos entenderán el proceso. La gente que no lo está viviendo o que nunca ha pasado por algo similar puede no comprenderlo. No obstante, no debes prohibirte llorar o expresar lo que sientes por miedo al qué dirán. Cada persona tiene el derecho de vivir su luto de la manera que le acomode, y expresar las emociones permite que el duelo fluya de manera armónica.
  • Entiende que la muerte es parte del ciclo de la vida: La muerte, por dura que sea, es la finalización de un ciclo que todos enfrentaremos en algún momento. Es difícil, sí, pero enfrentarla y entenderla es parte de superar el duelo, evitando caer en culpas, especialmente si el fallecimiento fue a causa de una eutanasia. Esta decisión refleja un amor profundo hacia el ser querido, al optar por no alargar la agonía de la mascota con el apoyo y orientación médica.
  • Busca una red de apoyo: Rodéate de gente que haya pasado por una situación similar o personas que sepan que entenderán y respetarán tu dolor. Poder hablar de lo que estás viviendo y rememorar momentos felices o anécdotas puede ser muy útil.
  • Despídete con un ritual simbólico y guarda algo para recordarla: Para cerrar un ciclo, es aconsejable realizar un acto simbólico. No hace falta que haya más gente o que sea algo grande. Puede ser una despedida en algún lugar que solían compartir, dedicándole unas palabras, o guardando una foto o juguete. También puedes plantar un árbol en su memoria. Lo que sientas que es útil para honrar a tu fiel compañero.

¿Qué sucede si tengo otra mascota?

Los compañeros de manada también sufren duelo y tristeza por la ausencia de su compañero. A pesar de que sea difícil, apóyalo con mucho cariño y trata de vivir el duelo juntos. Es común que muchos perros o gatos, tras la pérdida de su amigo, dejen de comer y se enfermen más frecuentemente.

¿Es aconsejable tener otra mascota de modo inmediato?

No es recomendable adquirir una nueva mascota inmediatamente después de una pérdida. Es mejor vivir el duelo y cerrar el ciclo. De lo contrario, es común que los tutores, aunque no busquen reemplazar a su mascota fallecida, tiendan a sobreproteger al nuevo integrante, intentando evitar una experiencia similar.

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